miércoles, 9 de agosto de 2017

EL CASCANUECES

EL CASCANUECES

El cascanueces o simplemente Cascanueces (en ruso, Щелкунчик / Schelkúnchik) es un cuento de hadas-ballet estructurado en dos actos, que fue encargado por el director de los Teatros Imperiales Ivan Vsevolozhsky en 1891 y se estrenó en 1892. La música fue compuesta por Piotr Ilich Chaikovski entre 1891 y 1892. Se trata de su op. 71 y es el tercero de sus ballets. En la producción original la coreografía fue creada por Marius Petipa y Lev Ivanov. El libreto fue escrito por Ivan Vsevolozhsky y el propio Petipa, basándose en la adaptación de Alejandro Dumas (padre) del cuento El cascanueces y el rey de los ratones, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Antes de su estreno Chaikovski seleccionó ocho de los números del ballet formando la Suite El cascanueces op. 71a, concebida para tocar en concierto. La suite se tocó bajo la dirección del compositor el 19 de marzo de 1892, con ocasión de una reunión de la sección de la Sociedad Musical en San Petersburgo. La suite fue popular desde entonces, aunque el ballet completo no logró su gran popularidad hasta los años sesenta.2​ La música de este ballet se conoce, entre otras cosas, por su uso de la celesta, un instrumento que el compositor ya había empleado en su balada sinfónica El voivoda de 1891. Es el instrumento solista en la Danza del Hada de Azúcar, pero también aparece en otras partes del segundo acto. La primera representación tuvo lugar el 18 de diciembre de 1892 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo. Unos cincuenta años más tarde Walt Disney utilizó parte de la música de El cascanueces en su película Fantasía (1940). A la gente le gustó la película y comenzaron a interesarse por el ballet. El interés creció cuando el montaje de El cascanueces de George Balanchine fue televisado a finales de 1950. El ballet ha sido representado en muchos lugares diferentes desde entonces y se ha convertido quizá en el más popular de todos los ballets en los países occidentales, principalmente representado en Navidad. El cuento del cascanueces que había escrito Alejandro Dumas, basándose en El cascanueces y el rey de los ratones de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann.3​ La trama de la historia de Hoffmann (y la adaptación de Dumas) se simplificó en gran medida para el ballet en dos actos. El cuento de Hoffmann contiene un largo flashback dentro de su trama principal, titulado El cuento de la nuez dura, que explica cómo el príncipe se convirtió en el cascanueces. La historia varía de un montaje a otro, aunque la mayoría sigue el esquema básico. Los nombres de los personajes también varían. En el cuento original de E. T. A. Hoffmann la joven heroína se llama Marie o María Stahlbaum y Clara o Klärchen es el nombre de una de sus muñecas. En la adaptación de Dumas, en la que Petipa basó su libreto, su nombre es Marie Silberhaus.4​ Así pues la protagonista puede aparecer con el nombre Clara, Marie o María y con el apellido Stahlbaum o bien Silberhaus.